domingo, 4 de mayo de 2008

Capítulo X: Hagamos como que viajamos en el tiempo...

...y, tal y como dice la fecha de esta entrada, transportémonos al pasado domingo, cuatro de mayo. Porque es impensable que se me pasara esta efeméride, y se me cae la cara de vergüenza.

El cuatro de mayo es el día en que Sherlock Holmes cayó con James Moriarty por las cataratas del Reichenbach (Suiza). Sherlock Holmes y sus aventuras me gustan horrores, aunque después de mi imaginación adolescente alimentada por las hormonas, creo que nunca me sobrepuse al hecho de que Sherlock Holmes sea un señor feo.


Admiro profundamente a Basil Rathbone (con ese nombre, ¿cómo no le voy a admirar?), pero este Sherlock Holmes es un jarro de agua fría sobre el ardiente pecho de las jovencitas. Señor Conan Doyle, podría usted haber tenido un poco más de visión comercial. Si el detective de Baker street, además de detective, también hubiera sido un trágico héroe romántico, el revuelo provocado por su muerte no se hubiera dado, porque todo el mundo sabe que el destino del héroe romántico es morir trágicamente, y Conan Doyle se hubiera podido dedicar a otra cosa en lugar de a resucitar a un personaje que le daba rabia.

Pero no lo hizo, y Sherlock Holmes tampoco es que tenga muchas cualidades que le rediman. Es superlisto, vale, pero además es un snob yonqui, que es la peor clase de snob y la peor clase de yonqui que se puede ser. El fanfiction tampoco le ha convertido en un icono literario sexual, aunque en el cenagal que puede ser fanfiction.net hay historias para todos los gustos, aunque tampoco hay que ser ningún lince para sumar dos y dos y escribir slash sobre Holmes y Watson.

Pero a lo que voy. A mí quien me parece sexy es James Moriarty, porque aunque también es feo como él solo, se presta mucho más a la manipulación fuera de los parámetros del canon de su historia.


Eso, o la erótica del intelecto. Hay que ver, qué jeto... Creo que la figura del Profesor Moriarty empezó a parecerme atractiva a raíz del libro de John Gardner, "La venganza de Mortiarty" (Valdemar, 1993). A Llassans (sí, de Bayarri & Llassans, los autores de "Zombiosis", ¿habéis visto qué bien conectada estoy?) no le gustó, pero no tiene razón, y venir a este blog a decirme que es mentira es de muy mala educación, que lo sepáis.

El avatar de Holmes que sí me gustó, y mucho, fue Nicholas Rowe en "El secreto de la pirámide" (Barry Levinson, 1985, con guión de Chris Columbus).


Recuerdo ver esa película las mañanas de Navidad y fantasear con el joven Sherlock, y al ver la película en versión original y oír ese acento británico que tanto me encanta, le swoon... Es que yo a Sherlock Holmes siempre le deseé un romance, y ya ves tú, ni con Irene Adler, llamadme sentimental... Además, era supergore a pesar de ser una película para niños. Ese Chris Columbus, a veces tiene un pronto... Es una película que tiene un aire así como cutrongo, que la hace mortalmente cute.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me vas a pegar (virtualmente, espero) pero nunca, repito, nunca, he leído ninguna novela de Sherlock Holmes. Lo conozco bien, como lo conoce cualquier ciudadano occidental cuya familia no se haya visto aislada en una cueva los últimos ciento cincuenta años, pero nunca he tenido a mano una aventura del conocido drogadizo de la pipa y el sombrero estúpido...

Recuerdo "El secreto de la pirámide" de mi infancia, pero yo la llamaba "El jovencito Sherlock Holmes", tal vez por querer ser más escrupuloso con el título original ("The young Sherlock Holmes") y porque la horrible traducción castellana te quitaba parte de la intriga (sí, es un misterio... que va de una pirámide...).

La película de Sherlock, es decir LA película de Sherlock que todos ustedes tienen que ver, es "La vida privada de Sherlock Holmes", de Billy Wilder, una absoluta obra maestra que me sé de memoria y que me gusta más cada vez que la veo a pesar de su antigüedad y evidentes fallos de guión (escandalosos, en serio). Pero es un PELICULÓN, y a quien diga lo contrario lo reto a un duelo con vetustas pistolas, doce pasos al amanecer tras la vieja iglesia. Traiga su testigo y yo traeré el mío.

PD creo que jamás había escrito "Sherlock" tantas veces en toda mi vida, lo juro por el Club Jonás.

PPD a quién pille la referencia anterior le regalo un caramelo.

PPPD Muy mona la nueva carátula.