jueves, 3 de julio de 2008

Capítulo XVII: Shakespeare! Anybody? No? Shakespeare!! Anybody? No?*

Hace unos días, mi buen amigo Bayarri, coautor de ese brillante debut en el noveno arte llamado "Zombiosis" (¡a la venta en las mejores librerías!)** me sugería hacer un post sobre William Shakespeare. El bardo inmortal. El inventor de lo humano. Uno de los autores más grandes de la literatura occidental.

Sí, claro, aquí vengo yo a decir algo sobre Chespir. Menuda bicoca. Lo mejor sería dejarlo con un

"SHAKESPEARE ES GRANDE. LEAN A SHAKESPEARE Y SERÁN FELICES E ILUSTRADOS"

y marcharme a hablar de, no sé, Barbara Cartland, o algo más asequible a mis cortas entendederas.

La cosa es que sólo los literatos hardcore (sí, Harold Bloom, te estoy mirando a ti), se atreven con
Shakespeare, y el mundo en general se queda con la impresión que es un autor complicado, sólo disfrutable por las mentes privilegiadas, y un tormento para los estudiantes de secundaria.

Corríjanme si me equivoco, pero Shakespeare, ¿no fue una persona con una inteligencia verbal sin parangón que escribía para las masas, es decir, para personas bastante más tontas que él? Siendo así, ¿no es lo más lógico pensar que una persona así sabría muy bien cómo ganarse a su público?

Leer a Shakespeare hoy cuesta, principalmente, porque hemos perdido la costumbre de hablar como un curtidor londinense del siglo diecisiete, mira, cosas que pasan, pero si uno se procura una edición con unas buenas anotaciones que nos expliquen que hace un par de siglos, el inglés tenía formas verbales para cada persona, y se decían bastantes más guarradas metafóricas que ahora, el lector medio podrá disfrutar de unos sonetos y unas obras de teatro extraordinariamente asequibles y poderosos. ¿Que sigue sin pareceros lo más maravilloso desde el pan de molde? Por supuesto. Recuerden, amigos, que el teatro de Shakespeare se escribió para ser visto y oído, no leído. Así que la culpa de que la gente no pueda disfrutar de Shakespeare en su justa medida se debe, básicamente a dos colectivos nefastos: los productores teatrales y los profesores de literatura.

Hace algunos años leí una novela muy interesante de Anthony Horowitz titulada "El asesinato de Shakespeare" ("William S.", 1999). Horowitz es un autor bastante decente, y ésta es una de sus novelas más logradas. Plantea qué ocurriría si Shakespeare hubiera nacido en el siglo XX. Evidentemente, se hubiera convertido en un famoso guionista de Hollywood, y hubiera vendido sus principios por una mansión en Sunset Strip. Divorciado de Anne, que lucha por pagar la hipoteca de su casa histórica de Stratford-upon-Avon, con hijos llamados Dashiell y Hammett, y pegándose la gran vidorra de depravación hasta que alguien va y le clava un objecto punzante en el ojo. Narrada por su mejor amigo de la infancia, ahora un perdedor que no tiene nada mejor que hacer que ir a enfrentarse con sus fantasmas a Los Ángeles, la historia empieza tal que así:

" La noche en que murió William, salí y me emborraché. Lo había visto en la televisión, la última noticia del telediario de las nueve. El Partido Conservador se estaba hundiendo, la larga sequía terminaba por fín, se habían desenterrado dinosaurios en China, y William Shakespeare había muerto."



* Si alguien capta esta referencia tendrá una enorme tarta virtual. De dos pisos. O sólo la mitad, para que pueda comer el doble.

** Bayarri, Llassans, ¿cuándo dijisteis que podía pasar a recoger el cheque?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya era hora de que actualizara! Estábamos esperando. Quería informarle de una cosa pero no le iba a dar el placer hasta que no nos hubiera dedicado usted un nuevo post. Ya lo ha hecho, así que procederé a cumplir la promesa que me hice a mí mismo:


Sepa usted que hace dos domingos tuve el placer de asistir a un concierto de los Magnetic Fields, el frontman de los cuales, como usted sabrá, es Stephin Merrit. El Sr. Merrit colaboró con Daniel Handler en el grupo The Gothic Archies, cuyo disco The Tragic Treasury contiene una canción para cada libro de Lemony Snicket. Pues bien, es mi deber informar que:

- Tocaron una canción del TT en el concierto, Walking My Gargoyle.

- Los Magnetic Fields son estupendos y desde luego el humor y la lírica del Sr. Merrit son muy del estilo del Sr. Snicket, así que debería usted escucharlos con efecto inmediato.

Y hasta aquí puedo leer.

Anónimo dijo...

Comencé a interesarme por Shakespeare de forma absolutamente indirecta y rocambolesca: a los catorce años, ya me había leído un buen puñado de obras de ciencia ficción, ambientadas en mundos totalitarios (mi debilidad. ¡Te amo, Orwell!), y una de las pocas constantes que tienen estos mundos es que... ¡El dictador de turno siempre empieza prohibiendo todas las obras de Shakespeare! ¡Hasta el "chancellor" de V de Vendetta lo hace!

¿Por qué?

Mucha gente me ha respondido a esta pregunta diciendo que Shakespeare es un canto a la imaginación, la libertad y la inventiva humanas, cosas que siempre molestan a esa clase de gobiernos. Pero, sinceramente, no creo que sea por eso. ¿Qué tiene Shakespeare que aterroriza a los dictadores?

La cosa no se queda en la ficción. Históricamente, el bueno de Will fue prohibido por Oliver Cromwell en su despidado régimen puritano; por Hitler en la entrañable Alemania nazi; en casi todos los países de detrás del Telón de Acero durante los años más duros de la Guerra Fría; y seguro que hubo otros que quisieron quemar esas obras de teatro aparentemente inofensicas, poruqe contradecían estrictas ideologías o credos descerebrados.

¿Por qué, y me repito?

Pues ni idea. Tan listo no soy.

Buen post, por cierto. Sigue así y te ganarás la entrada al Parnaso.

Tu buen amigo.

J.Stemple dijo...

Mmmh... tarta para mi!! Mierda, ahora que lo pienso, lo he dejado en casa! Ya no podré releerlo! Me encanta el momento en el que intentan sacarle un ojo con... er... ok, no spoilers! XD

Gracias por la tarta virtual Ms Adler! ;)

M dijo...

Sr. Dani; Gracias por su amable comentario, me ruboriza y me congratula enormemente que esperara usted ansioso una nueva actualización.
Temiendo decepcionarle, confieso que no había oído hablar de los Magnetic Fields, aunque su relación con los Gothic Archies les convierte inmediatamente en made of awesome, y corro a procurarme una muestra de su música con efecto inmediato.


Bayarri, darling, no hace falta que me hagas la pelota. Seguiría haciéndoos publicidad encubierta aunque no os pasárais por aquí, aunque puede que entonces os subiera la tarifa.

Pero me alegro de que te gustara el post. Por cierto, es el jueves que tenemos cita litararia, right?


Al, mininia, ¡sólo tú podías captarlo! Tranquila, que tendrás tu tarta, y mientras tanto, no dejes que se me caliente la Apfelschorle.