viernes, 29 de mayo de 2009

Capítulo XXXI: El síndrome del autor huérfano

He llegado a casa destrozada tras un largo día en el 27º Salón del Cómic de Barcelona. La mañana ha traído consigo un chasco considerable, pues la muy vituperada traducción con la que yo tenía que mediar entre Bayarri y Llassans y el señor Dargaud, que Bayarri publicitó en su blog, no ha tenido lugar, pues la organización ya había puesto traductores a los editores invitados. Vamos, que me lo dicen y me ahorro la carrera del taxi.*

Y por la tarde, mi objetivo era doble: David Rubín y Scott McCloud. McCloud es un señor americano pura cepa, majo como él sólo, ¡y qué gusto da el fordismo con el que despacha las firmas! Pim-pam-pum, en veinte minutos se ha liquidado a dos tercios de su cola. Un "For Fulanito", una firmita, un garabato y cenquiuberimach.

Pero David Rubín, ah, David Rubín es otra historia. David Rubín escribe dedicatorias de cinco líneas y hace unos dibujos que es para que a uno se le salten las lágrimas. David Rubín es capaz de pasar más de cinco minutos por dedicatoria. Pero sus fans le perdonamos, porque es divino y maravilloso, y le quiero con locura. David Rubín, David Rubín, si lees esto, yo era la número siete de la cola, la señorita vestida de Miss Moneypenny que pasaba más calor que un pollo a l'ast y te ha abanicado con tu versión de "Romeo y Julieta".

Al lado de David Rubín estaba José Fonollosa, formando ejemplares de "El viaje de Darwin". Firmando ejemplares es lo que tenía que estar haciendo, pero la triste realidad es que no había nadie, ¡nadie! haciendo cola por él.

Y mi sangre de Médicis** se ha inflamado.

Hace dos años, me pasó lo mismo con Karlien de Villiers, que firmaba "Mi madre era una mujer hermosa", al lado de Purita Campos, que se estaba hartando de firmar ejemplares de "Esther y su mundo" a señoras de mediana edad. Así que compré "Mi madre era una mujer hermosa", y pacientemente esperé a que Karlien de Villiers dibujara, entintara y acuarelara una dedicatoria pantagruélica en la primera página.

Fonollosa no ha sido menos. Me ha dibujado un barco (le he pedido un gorrión; pero ha manifestado ser incapaz de tamaña hazaña artística), y lo ha entintado y sombreado con tinta china. Espero que se haga famoso un día. Así podré decir que yo tengo un ejemplar firmado de cuando molaba.



* En "La ejecución del autor ha sido cancelada" queremos desmentir que seamos unas criaturas aburguesadas que se niegan a utilizar otros medios de transporte público más masificadas. Es que llegaba tarde.

** Figurada. Aunque si alguien me quiere pagar un test de ADN por si las moscas, ¡adelante!

1 comentario:

jose fonollosa dijo...

Lamento confesar mi incapacidad de dibujar animales de memoria... me es imposible.

Sobre lo de las colas en las sesiones de firmas, aprendes a vivir con ello. Creo que el dia que tenga cola esperando por una firma mia me dara un ataque de angustia.

Al menos, espero que te gustara el tebeo, que es lo importante